Respiración por fosa nasal izquierda y fosa nasal derecha

A través del simple mecanismo de abrir o cerrar una de las fosas nasales, el yogui tiene una amplia gama de técnicas para controlar sus energías y estados de ánimo. La cualidad del prana procesado por las dos fosas nasales difiere en relación con las cualidades asociadas con los dos lados del cerebro. Los nervios que salen de los dos hemisferios cerebrales se cruzan al nivel de las cejas. El hemisferio izquierdo está conectado con el lado derecho del cuerpo y la fosa nasal derecha; el hemisferio derecho, con el lado izquierdo del cuerpo y la fosa nasal izquierda.

Respiramos, predominantemente, por una fosa nasal o la otra en cualquier momento dado. La fosa nasal dominante se alterna de manera rítmica cada 90 a 150 minutos. La duración del ciclo refleja ritmos universales, el temperamento individual, y el estado personal de equilibrio mental y físico. El ritmo en sí es mediado por estructuras en el hipotálamo y la pituitaria, aunque otras áreas en el cerebro también están involucradas.

Puedes usar la técnica de inhalar y exhalar, exclusivamente, ya sea por la fosa nasal izquierda o la derecha, a fin de beneficiarte de la cualidad asociada con esa fosa nasal. Por ejemplo, respira solamente por la fosa nasal izquierda para tratar con hábitos alimenticios compulsivos.

Respirar por la fosa nasal izquierda está asociado con:

  • Ida, la nadi que termina en la fosa nasal izquierda.
  • Apana, la energía purificante.
  • La energía lunar: refrescante, receptiva.
  • Calma.
  • Empatia.
  • Sensibilidad.
  • Síntesis.

Respirar por la fosa nasal derecha está asociado con:

  • Píngala, la nadi que termina en la fosa nasal derecha.
  • Prana, la energía nutritiva.
  • La energía solar: cálida, proyectiva.
  • Vigor.
  • Concentración.
  • Vigilancia.
  • Prontitud para la acción.
  • Fuerza de voluntad.